Otros Colores
Quando Orhan Pamuk recebeu o Prémio Nobel ganhou uma notoriedade adicional à que já possuía, e que já era alguma. Essa maior notoriedade não tem desaparecido, em grande parte pela animosidade que o escritor mantém com parte da sociedade turca e com o próprio governo turco, dito “islâmico moderado”.
Li recentemente o livro “Otros Colores” , uma coleção de textos deste escritor de diversas proveniências e com diversas intenções. É o 1º livro saído após o Nobel. Temos diário, crítica e reflexão literária, replexão política sobre a Turquia e sobretudo as suas relações com o Ocidente, e finalmente alguma ficção, com o relato curto final que será talvez das páginas mais íntimas que Pamuk escreveu – é ler para perceber. Em Pamuk encontramos uma síntese das contradições que enquistam a relação da Turquia com a Europa e o Oriente.
"(...) Cuando tenía siete años fui a Ginebra, donde mi padre trabajaba como ingeniero, y passé alli un verano. La primera vez que oí el sonido de campanas desde nuestra casa (por entre los tejados se veía lo más alto del famoso surtidor), senti que había topado no con Europa, sino con la Cristiandad. (...)"
Uma relação que não é linear nem directa. Um bom exemplo aparece-nos quando Pamuk descreve a sua relação com o clássico “As Mil e Uma Noites”, um texto que em tempos lhe chegou a parecer “demasiado oriental”…
"(...) Aquel mundo repleto de hombres asustados y mujeres en las que no se podía confiar, me resultó demasiado asfixiante y "oriental" y un poco simplón a mis veinte años. Por aquel entonces sentía que Las Mil y Una Noches estaba excesivamente sumida en la sensibilidad y los gustos de los barrios marginales. En la mayor parte de los cuentos, la maldad, la hipocresía y la vulgaridad no estaban representadas com algo feo en lo que el ser humano cae, o a lo que otros le impulsan, sino que se nos mostraban una y otra vez en sus aspectos más chocantes y repugnantes únicamente por el mero placer de la historia. (...)"
Ilustrativas são também as considerações sobre a Turquia “na” e “no seu caminho para a" Europa… ou as páginas emocionadas sobre o grande terramoto de 1999.
Finalmente, se não fosse por outra coisa, este livro valia pelo capítulo final, um conto onde Pamuk “quase-não-ficciona” a sua vida familiar de criança, a difícil relação com o seu irmão, a flutuante relação de seus pais.
" (...)
Jugamos a muerte largo rato. Yo me creía Lefter, el del Fenerbahçe, y regateava como él. Al intentar bloquearlo le di varias veces a mi hermano en el brazo donde lo habían vacunado. El también me dio a mí, pero no pasó nada. Estábamos sudando, la pelota se estaba deshaciendo, pero yo hiba ganando cinco a tres cuando le di muy fuerte en el brazo de la vacuna. Se tiró al suelo y empezó a llorar.
- Cuando tenga mejor el brazo te mataré - me dijo desde el suelo.
Estaba enfadado porque había perdido. Pasé del pasillo al salón; mi abuela, mi madre y mi tío estaban en el despacho. La abuel marcaba un número de teléfono.
- Oiga? Dígame, hija, es el aeropuero de Yesilköy? - la llamaba "hija" com el mismo tono con que se lo decía a mi madre - Mire, hija, queríamos preguntar por alguien que iba a tomar hoy un avión a Europa - (...)"
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