Tonto, Muerto, Bastardo e Invisible.
Juan José Millás assume neste livro o papel de escritor "ciclone": levanta-nos do chão com os primeiros parágrafos - e um bigode - e só nos é permitido pousar na última palavra, perdão, na última palavra, letra, whatever.
Uma "trip" bestial, escandalosamente bem escrita, sempre a aguentar-se à tona de água apesar de toda a irrealidade/surrealidade - ou conjunto de alarvidades que se vão sucedendo. Tudo acontece: uns pais que morrem, arranja-se outros pais, uma viagem à ilha da Madeira, outra à Dinamarca, uma chinesa, papel de cozinha, uma bruxa, um amigo de escola que é chulo, muita socialdemocracia. Vocês sabem quem são os sociaisdemocratas na Espanha, não sabem?
Moral da história: não há como ficar desempregado, ou talvez não, ou tem cuidado, sei lá. Fosga-se!
"El peluquero cambió las tijeras con las que estaba trabajando mientras sonreía con malicia. Después se inclinó sobre mí con gesto confidencial.
-Su bigote lo hemos echo con el pelo de una bruja. Precisamente la tenemos hoy aquí. Ha venido a hacerse la cara y a depilarse las piernas. De paso, me ha echado las cartas porque vamos abrir una sucursal. Consérveme el secreto.
-Una bruja?
- Bueno, vidente o astróloga, no sé. Tuvo un programa en televisión, es muy famosa. Beatriz Samaritas. No ha oído hablar de ella?
-No.
-Tenía una melena que le llegaba a la cintura, más negra que el asfalto. Se la cortó para renovarse y nos la cedió. Hemos sacado tres pelucas.
-Y bigotes?
-Bigotes, sólo uno, el suyo. Dio la casualidad que usted lo encargó el mismo día que le cortamos la melena y aprovechamos los recortes. Bigotes nos encargan muy pocos, pero nos esmeramos."
"La ayudé a seleccionar los tesoros que contenía el cubo de la basura, que era de juguete tambiém, como las casas y las fuentes, y en ese instante supe que una vez que regresara al hotel para transferir al papel del Estado lo poco que quedaba de mi cuerpo, volvería con ella y viviríamos los dos sin cuerpo (el suyo seguramente continuaba en un burdel de Malasia), alimentándonos de los cubos de basura, después de todo quizá tampoco aquello fuera Dinamarca, sino un espejismo producido por las drogas que habíamos tomado los dos antes de entrar en el cuartucho donde quizá yo me la estaba follando por dos duros con la furia del que no ha sido nadie y baja de vez en cuando al barrio chino para obtener una dosis de realidad."
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