sábado, junho 11, 2011

Anatomía de un Instante

Javier Cercas é um escritor e jornalista - colunista, melhor dito - espanhol, nascido na provincia de Cáceres em 1962.
Li o seu livro e best-seller "Anatomía de un Instante" (AI), considerado o melhor livro editado em 2009 em castelhano pelo suplemento literário Babelia, do El Pais.
AI trata do falhado golpe anti-democrático protagonizado por Tejero, conhecido em Espanha pelo "23-F" e que, simbolicamente e paradoxalmente, quase marca o fim da transição: algum tempo depois o PSOE ganhava eleições com Felipe González e Espanha tinha o 1º governo de esquerda desde 1939.
O instante é esse, a entrada de Tejero nas Cortes espanholas de pistola em punho gritando "Al suelo, al suelo!" Todos os presentes obedeceram imediatamente, até porque para além de empunhada, a dita pistola foi disparada, embora para o ar... Só três pessoas não obedeceram à ordem dada, apesar de directamente ameaçados: falamos de Adolfo Suárez, então presidente do governo, o General Mellado então ministro da Defesa, e Santiago Carrillo, secretário geral do PCE.
Capítulo após capitulo a coragem de cada um destes homens, as possíveis razões para a mesma, toda a trama envolvendo o golpe e a celebrada resistência do então jovem rei Juan Carlos ao consumar do golpe recebem tratamento de escalpelo. Acreditamos e percebemos, porque é convincente a escrita de Javier Cercas, que nada foi só branco ou só preto neste dia, tendo havido pelo contrário multiplas e cambiantes tonalidades de cinzento, e também de outras cores, alterando o arco-íris das opções com o passar das horas...
Este livro não é a apologia de nenhum destes três homens. Antes pelo contrário mas porém. Percebe-se que Javier Cercas não gosta do animal político. As suas avaliações quer de Suárez quer de Carrillo não são panegíricas, antes pelo contrário. Mas podemos adivinhar que perante os homens políticos de hoje, hoje Cercas será ainda mais cortante e mais assertivo a descobrir-lhes as falhas, os porquês menos heróicos das, afinal, ocasionalmente acertads escolhas. A história nunca é tão grande quanto a pintam. Mas do que neste livro se trata andou relativamente perto.



"Vuelvo a una imagen de la grabación: de pie, con los brazos caídos a los costados y desafiando a los seis guardias civiles que acribillan el hemiciclo del Congreso, el general Gutiérrez Mellado - tanto como querer impedir la entrada de los rebeldes en el recinto, tanto como querer someter el poder militar al poder civil - parece querer proteger con su cuerpo el cuerpo de Adolfo Suárez, sentado a su espalda en la soledad de su escaño de presidente. Esa imagen es otro resumen o emblema: el emblema o resumen de la relación entre esos dos hombres.
La fidelidad de Gutiérrez Mellado a Adolfo Suárez fue una fidelidad sin condiciones desde el principio hasta el fin de su carrera política. Cabe en parte atribuir este hecho al sentido de la gratitud y la disciplina de Gutiérrez Mellado, a quien Suárez habia convertido en el primer militar del ejército tras el Rey y en el segundo hombre más poderoso del gobierno; es seguro que se debió a la confianza total que depositó en la sagacidad política de Suárez y en su coraje, su juventud y su instinto. Suárez y Gutiérrez Mellado eran no obstante, al margen de la tarea política que los unió, dos hombres opuestos en casi todo: ambos, en verdad, compartían una granítica fe católica, ambos cultivaban un cierto dandismo, ambos eran delgados, frugales y hiperactivos, ambos amaban el fútbol y el cine, ambos eran buenos jugadores de cartas; pero prácticamente ahí terminaban sus afinidades: el primero era un experto en las añagazas del mus y el segundo en la limpia aristocracia del bridge, el primero era un provinciano de familia republicana y el segundo era un madrileño de pura cepa y de buena familia monárquica, el primero fue un estudiante desastrado y el segundo un estudiante de matrículas, el primero fue siempre un profesional del poder y el segundo fue siempre un profesional de la milicia, el primero poseía, en fin, una inteligencia política, un encanto personal, un don de gentes y un descaro de jefe de pandilla de barrio con los que practicó con destreza indiscriminada el arte de la seducción, mientras que la inteligencia técnica y la sobriedad de carácter del segundo tendieron a confinar su vida social en el círculo de su familia y de unos pocos amigos. A ambos los separaba, además, una diferencia más obvia y más importante: Suárez tenía exactamente veinte años menos que Gutierrez Mellado; por edad hubieran podido ser padre y hijo, y es casi imposible resistirse a interpretar la relación que los unió como una extraña y descompensada relación paterno-filial en la que el padre ejercía de padre porque protejía al hijo pero también ejercia de hijo porque no discutía sus órdenes ni ponía en duda la validez de sus juicios."

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